4. PLAN LECTOR: LA AVENTURA DE TENER UN PERRO EN CASA
LA AVENTURA DE TENER UN PERRO EN CASA (Novela de Marcos Mendoza) CAPITULO IV LA MALDICIÓN DE LA CORREA El mismo día en que Linda tuvo, según su veterinario, los cuatro meses y todas las vacunas al día, compré collar y correa. Me vendieron los más idóneos para una perrita de su tamaño y edad… o eso fue lo que me dijeron. Lo cierto es que me timaron, ahora lo sé. No son necesarias esas correas carísimas y esos collares con brillantitos. De hecho, lo más simple a veces es lo más efectivo. Ni collares de ahorque ni de pinchos ni nada, una sencilla banda de cuero, no demasiado apretada, y todo listo. Pero yo era un novato, como tantos otros, y compré todo lo que me ofrecieran, incluso otros más grandes para cuando mi cachorrita creciera. - Así que ahí estaba yo, llegando a casa y llamando a mi Linda como si fuera un bebé. «¡Mira, Linda, mira qué tengo para ti, mira qué bien!», canturreaba. Te imaginarás. Ella vino corriendo, pensando que era